domingo, 26 de diciembre de 2010

Bajando al centro

Si una tarde indiscreta te encontrara en la calle,
cargada con las compras de después de yugar,
en nada variaría el tono meditado,
levemente enemigo, con que me interpelás.

Pero soy yo el que, ciego, interpela a tu nombre
en el chat sin ventanas que tira un monitor;
soy yo el que se desploma ante ese plenilunio,
señora a quien las preces, cuando publico, doy.

La tarde en la ciudad es los cuerpos que sudan
y caminan seguros; la tarde es los cospeles
y los bares al borde del bombo de un cieguito.

Yo camino sin verte, vidriecito en la lengua
que olvido y que me marca, como bocado de antes,
como malvón que nada le genera a tu mirto.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Lost Life

¿Qué fue, después de todo,
escribir poesía?
El calor atenaza,
no hay labios que me besen,
que me busquen, que quieran,
y esta ciudad dormida
es sólo la esperanza
de que vuelva a llover.

¿Qué fue, después de todo,
vivir el resplandor?
Di cuenta, con errores,
con ripios, de la luna
que crece como C;
y las chicas pasaban,
esbeltas, socarronas,
efímeras, salvajes.

¿Era amor, era asombro,
era miedo, era huir?
Solterón de mascotas,
casita inmunda, libros
que callan, impertérritos,
Art Pepper ya me dijo
qué sentir cuando el debe
te dibuja, fantasma.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Escuchando Bill Frisell

La sal, sobre la mesa,
habla de vos. La luz,
que proyecta una sombra
que calla, habla de vos.
Felisa, que no quiere
nada de mí, y que duerme
o medita, juiciosa,
habla de vos. Mi casa
es un esquema inmóvil
en que ninguna x,
solución, escalpelo
-¡voz grave que tenías!-,
puede ser despejada.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Nictálope, callado

Pedúnculo forzoso, un mamotreto
de las horas vencidas
firmo y ventilo, diapasón de mudas
que, rata en zigzagueo
humano, deleznable, busca asirse
a picaportes de "hay".

Mi cabeza, sudada, desceñida,
óbice del mesón,
meso y columpio como por encargo,
salutación que encarna
entre idos arrecifes: el sentido,
anarquizado, late.

Todo es demás: las uñas, el pespunte
de esta canción que enjugo,
que engarzo al entimema de añorar
ese labio, ese cuerpo,
fontana y presunción del azabache
que ahoga sin partir.

Una mansión de borlas enquistadas
a tu silencio haría,
y que elevasen pautas de ganar,
solícito, nocturno,
joya y almíbar, estación y cuerdas,
contubernio feraz.

Quijote silba y Sancho es emisario
de colmenas y nudos;
la súbita pulsión y el amasijo
contra fardos de estambre
oxidan la paciencia, la mixtura
de un aldabón inmóvil.

Colapsará el dulzor de lo secreto,
sofisticada prueba,
y pasaré a negar el vislumbrado
pulmotor o dulzaina.
Transpira mi cabeza: quemará
el sueño tu fragor.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Arrecife de roces

Tal Gabu, el remolón,
el defensor del bife
si se da la pulsión,
se manda al arrecife.

Allí palpita el torso
de Pampita galana,
oxitracia del corso
y mami sin banana.

Tal Gabu pela un 100,
pero Pampita clama
que haga al País un bien:
no proyectar la cama.

Un fotógrafo hundido
se la arrebata en poses;
Tal Gabu es aterido
pornoqueo por roces.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Así que pasen quince años

Todas las chicas, peque, son apenas
volutas, y el deseo
vuelve a nombrarte, vuelve a delirarte
en once y siete sílabas
para cerrar la noche, como cuando
reúno los peones
y los alfiles, luego de jugar
con la mirada en una
mesa de bar, nocturno, veraniego,
para volver a vos,
muro habitual de esporas que despido.
Así alejo palabras
que ni te rozan, ciego, pusilánime,
y que se van a nada
que no sea dar lástima a los otros,
que leen y se espantan,
preso yo de una noria sin palenque
y poeta sin piel.
Lo que más temo, peque, es que a la postre,
patético, te llame
-ya te lo he dicho-, que reclame, necio,
idiota de tu huella,
tu compañía. Prosa, ésta, que nunca
responderás, temita
caduco y enterrado, pobre voz
que se somete y finge
que todavía puede su dialecto
ser de vos comprendido,
ser de vos admirado y contestado
ni siquiera en silencio.

jueves, 28 de octubre de 2010

Otro mojón

Me habrá llamado loco. Habrá vertido
estas medallas por
canaletas pesadas de negar.
Habrá abjurado, Pedro
de la ternura, de mi amor lloroso.
Habrá quitado pieza
tras pieza de este cuadro, de acuarelas
que torno en puzzles, que
reviso con los años. Quemaría
los cuadernitos, alma
que se consume. Doy inútilmente
más pienso a su tarea,
si ya no puedo interpelarla; aviso
que sigue la función.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Sombra de ramas, de otro tiempo, ahora

Amaste esa pared en que volvieron
un niño, su mirada, porque hacían
de puente a una olvidada eternidad,
sombra de rejas, lícito relumbre.

Tu amigo te contaba del silencio
final de todo cuerpo, y, en la noche
de la torpeza aunada, consentían
más allá de apariencias y rechazos.

Sombra de plenitud,
la visión, descarnada,
se instaló en el diván.

Sabés que la desdicha,
caminar en lo incierto,
regresará también.

lunes, 11 de octubre de 2010

Ahora

Ahora se conecta. Ahora anhelo.
Ahora espero un poco.
Ahora somos dos que no se miran.
Ahora me separo
del dolor, de puñales. (Hojas muertas
que no se estorban pero
que aún se saben hijas del andar;
rompecabezas trunco,
mesita en que acomodo los papeles
en que te hago durar.)

lunes, 4 de octubre de 2010

Donde se reza no se caga

a batallas de amor, campos de pluma 

Ajenjo olvidas, currucucha infame,
sonetos que te quieren y denuncian:
un digitar minimalista escucho
y me estremezco, prez el azafrán.

Insípida mortaja, Benavente
que a todos adosás, indemostrable:
sos encía de cal o mingitorio,
Rrose Sélavy si floripondio denso.

Fumo un amargo, miro tu mirar,
adquiero vitiligo de Sarmiento,
desentumezco herrajes y muñones.

¿Puede tu seca más que el maridaje
de cuatrocientos golpes al bohío
de una emoción sin pepas? Los ordeñes
de tu estamento ¿son de acariciar?

Entre morros columbro un pasacalle
que la quena produce, cornamenta,
y con tus medias me hago mamelucos.

Isótopo veraz, munificencias
que digo entre regüeldos: la medida
de tu crisol, adviento del levante,
se densifica o mugre domeñada.

No te expondré al candor acostumbrado
ni beberé menarcas de tu adiós;
apenas si visito la pradera
en que olisqueé tu tuétano, mocosa.

viernes, 1 de octubre de 2010

Ése es el presupuesto

Arístides prosapia de galanes,
rito sin don: te inclinas
sumiso ante el regazo de la monja,
ante su diapasón.

Arístides consuelo de palancas,
dolido mingitorio:
tus palmas de palmípedo retuercen
ese alambre cruzado.

¿Rígido parapeto,
enarbolada moza a que sometes
en tálamo sagaz,
que más se esponja cuando menos funge?

Arístides y el guaso con alverjas,
con tanjarinas, con
ese mechón rebelde: el pensamiento,
asombro compartido.

martes, 28 de septiembre de 2010

Volumen de la guita

Ortibas que se adosan a la ciega
lanzan denuestros, fingen impotentes
un pólipo voraz; la siega escampa,
mandones y cornejas perimiendo.

Ciega de atrás, ortibas sin remansos,
cinamomo vencido por el numen
que destacó: solícitos zarzales
arden sin Dios o dioses que se ciernan.

Sima en el fondo pulcra, sinapismos
que el típico reproche conocieran:
ardes de más, ardés como la loca
que huele un culo en tu nariz. Ocasos.

Fantástico volumen de la guita,
giba del siempre, cáncer del capaz,
tu bífida se enreda como un chancro
que al bólido alabara: crisantemo.

Tira y su yuta, chacras y estampidas,
y el paredón de arroz, tan perentorio:
líquida siega, ciega que se moja,
melocotón y esputos sofrenados.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Embole acontecido

Raspame ese revoque con los dientes,
cabeza que adjudica,
tití de feria, mariposa pulcra,
perdete entre los 'people'
de un alcanfor barato, pernoctá
como toda garita,
incierto candelabro, vela o fuente,
hisopo del destino,
osario funcional en que los pobres
desayunan milagros,
y haceme muebles, y juntá viruta,
y habilitá la calle;
porque mi hacienda se perdió, y mi sino
amaneció sin ella.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Muelle sillón del que partían lunas

Aquella historia, la que te contara
con lujo de denuestos, se resume
en mate y cigarrillo, en pronunciar
su nombre como mantra, escapulario
que el insomnio repite. Es El desprecio,
y nadie muere. Escucho a la Cantilo,
que aúlla con su ronca,
su grave voz, y vuelvo a aquel sillón
de ver al equipito prolongar
toda la noche dos cassettes grabados,
canción contra canción, un detenido
y "el tiempo fabuloso de los rostros",
niño que admira un paredón, y ramas.

Aquella historia, Gabo, impronunciable
cada vez más, inenarrable, insípida
para los otros, es
esta tienda en la ruta, que se afana
con este cigarrillo y este mate,
secretos talismanes en que nunca
verías nada más que un desayuno,
un vicio nacional.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Diverso

Almenas de tu sierpe -acongojadas
ritmas de neceser-
componen un obstáculo infranqueable
a mi rota vasija.

Almenas rojas, dromedarios negros...
Un vómito imprevisto
brota y demanda curvos minaretes,
desventrados azogues.

Un rayo arrebató la demasía
y una carcaza el siempre;
por mi mente se ríen de tu hoguera
las brujas: atanor.

martes, 7 de septiembre de 2010

Otra que cepo

"No discrimina nada", murmuró
como que para sí, cabeza gacha
que busca comprender. O es otra cosa:
la frase que se escapa, como un diálogo
mental que se le aflora. O constatar
un caso más: lo nombra y adelante.

Me puso en vilo, dividió mi mente,
fue un golpe sordo. Y son setenta pesos,
pastillas y recetas. ¿Se conversa
con tales bueyes? Algo
quiere acabar la farsa, demorarse
un poco más en puentes, nervaduras.
El golpe, sin embargo, me conduce,
y vuelta en colectivo, colisión,
cabeza gacha, no
reconociendo al doc, pero marcado:
la hierra continúa.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Querido glifosato

Querido glifosato: te recuerdo
en boca de la gente,
que hablaba sin cesar y sin saber
sobre las consecuencias de tu estancia
entre nosotros, si

eras perjudicial, benefactor,
si eras sólo noticia
apasionante, si 
ominosa pantalla
de otros asuntos. Lindo
tu nombre, glifosato: como resto
que yace entre mamuts,
puntas de flecha... (A veces
me gusta predecir
que esta Argentina en trance
de confusión y piñas
verbales como medio
inepto de pasar a convertirse
ella también en un
país del Primer Mundo,
futuro eternamente prometido
en estas pavas tierras,
será perdido osario
de excavaciones pulcras
que encontrarán también
tus huellas, tu famita.)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Exposición y autocrítica

al escuchar Armando Flores 

Están armando flores con guitarras,
subo el volumen, arde
un alguacil que vuela en pos
de los consejos progres.

Están armando flores con ventanas
de una Córdoba mísera;
un alguacil regresa en pos
de esquirlas y de votos.

Bailamos, nos reímos
de esa señal de engarce:
"internet para todos".

Para que todos puedan
escuchar Luis Miguel,
ver en youtube Tinelli.

(La bronca se hace cínica,
sardónica, colérica.)

martes, 31 de agosto de 2010

Análisis y distracción

"Vuelve el perro arrepentido..." (El Chavo)

Tu marketing, tu merca. Yo me limpio
el culo en el bidet y continúo
fumando un pucho que
es marca de un pasado
que rematé partiendo y al que vuelvo
como en ese poema en que se tiene
un mexicano interminable. Suena
tu radio, las canciones
me incorporan un sexto
sentido, que se expande,
pura electricidad: la locutora
maúlla y se inmiscuye en las casitas
de unos oyentes que
danzan oídos y reprimen babas.
Un templo irrefutable: la dulzura,
dosificada y terca.
Y esto no cambiará porque unas líneas
perdidas en la red
lo sufran, lo padezcan, lo compartan.

lunes, 30 de agosto de 2010

Una visión

La calma, las pantuflas del abuelo,
non calentarum: día
partido a la mitad, como sandía
que como sin recelo,

sin calibrar modelos en la tele,
porque no tengo... Justo
que logro el equilibrio veo un busto,
no de Perón, que duele

por lo turgente. Entonces, la inocencia
de ser un guaso tibio
se esfuma. El ojo, inquieto, busca alivio
en un libro... Conciencia

de que las ganas pueden contra el Buda
casero en que calculo
que puedo dormitar. Porque un buen culo
dice al deseo: "suda".

domingo, 15 de agosto de 2010

Chat

No aparece. Me canso
de esperarla, imagino
que me rehúye, pienso
cosas tristes, idiotas.

Pat hace maravillas,
su guitarra/trompeta
prescinde de nosotros
para lograr más éxtasis.

Pero no cedo, no
me alejo de la espera.
Noche de mil recursos,
la agoto ante la compu.

No me dejo llevar.
Mi cuerpo pesa tanto
que la silla me teme.
Tomar otra cerveza.

miércoles, 11 de agosto de 2010

La chiva patagónica

Olvidas los antojos
de un águila de lata
y te das a despojos
en que el cero es la trata.

Mishiadura de pelos,
tu turbina aparece;
entonces son los celos
y entonces es el trece.

Entonces es el trece y el sedazo
de holgar en tu regazo.

Por despojos, afiches,
por cero, cornamentas:
en tu mafia, derviches
gimen para que mientas.

Los celos se entrecruzan
con trece enamorados;
tus dedos desmenuzan
fusiles colorados.

Fusiles colorados que a la seda
visten de mona meda.

martes, 10 de agosto de 2010

Lucky Strike

También, como sus manos,
cuando alcanzo a entreverlas.
¿Dónde las deposita
las veces que charlamos, 
aburridos, pacientes,
simulando no ver
o no saber qué hacemos?
¿O es que no hacemos nada
digno de recordarse?

Como sus manos, algo
que promete y no quiere
ni busca prometer;
algo que anhela en mí
y que un muro sofrena,
pared de gestos llanos
que me alejan, ausentes.

Como sus manos, algo
que nunca llegará
a rozarme: una imagen
se fijó en mi memoria:
reflejo de una dicha
que calla cuando río.

miércoles, 28 de julio de 2010

Un quieto, una ciudad

Un quieto, una ciudad,
anulado carisma,
callados corcoveos,
música que contemplas
brotando de tus poros,
y la foto que sabe
que las cosas no pasan,
y botellas vacías,
voluntario abandono.

Una ciudad que muere
y que se recupera,
y motos en la noche,
comprar, comer, pasar,
y todo se desgasta,
colectivos que caen
y pedradas que pegan,
un pasaje a la gente,

hilo de otro horizonte.

Un quieto es una sombra
que formula, linchado,
sentidos, y los quiebra,
y la vida es un ángel.

Una ciudad es alguien
que miente de continuo
para sobrevivir,
y te hunde en el silencio.

viernes, 23 de julio de 2010

Miniatura estraperlista

Estipendio sesudo
las llagas de tu boca:
aunque no tomás coca,
te convertís en nudo.

Militancia aguanosa
el terraplén dorado:
por más que tu ganado
te aprecia, andás quejosa.

El alerón vencido
de tu cola de paja
te inclina a la baraja:

tu juego, consentido
por las migas de pan,
es mejor que el del can.

miércoles, 21 de julio de 2010

Miniatura calcárea

Mirabeau se retuerce
con muecas de latoso:
en la caverna el oso
de centinela ejerce.

Mirabeau se dispone
a sudar su toxina:
en la cueva Sabina
canta lo que compone.

Culmen y cornamenta,
Mirabeau se lamenta:
hay grutas para rato.

Pervertido el doncel,
Mirabeau va en bajel:
huye con arrebato.

domingo, 18 de julio de 2010

Hornalla estacionaria

Comprendes la razón y el ritornelo,
te calentás con calzas
que gruñen, te desfloran, te arrojás
al pólipo salvaje
en que trazamos pollos de medir,
desconciertas a cautos
y a desnutridos, muela que te guía
a salas que colmás,
a yacijas sudadas, a almacenes
en que la gorda ríe
retratos de la vincha, te interpones
entre la sal y el muro,
tomás de mi cogollo la pulsión,
hálito de componer
a la medida el vientre, el esterito
del ave zalamera,
predisponés denuestos, incorporas
retablos al desdén,
y con tu casa entera, periscopio,
vas enlazando nubes
de recogerse, puchos mañaneros,
techo y vislumbre, primas
viciosas de la cal, de las arenas
peninsulares de
tu propio sacrificio, que reduce
almas, versos: llegar.

sábado, 17 de julio de 2010

Ah, el amor...

Calabaza de miel, chiquita insomne:
afirmo los molares de decir
que la parrilla alberga pensamientos,
que el camisón de tu pezuña va.

Molleja fricativa, estreptococo:
no son los vicios de mi caminante
lo que te vuelve terca. Te fascina
ver una abeja carcomiendo el gris.

Limas y peros: siento que la aldaba
se corre como lícito pespunte.
Dulce aceituna: te saborearía.

Marchas, y no: parapetás sinuosa
los tientos de colmar: colmar amigo.
Nikita sanforiza la entelequia.

viernes, 16 de julio de 2010

Cosas que no me sugiere la escucha de Webern

"¡Viva el matrimonio entre personas!" (César Croce) 


Me maquillo, me colmo, me entretengo
con pancartas baratas, me decido
a ser locuaz -si el clima
me lo permite-, me

arrebujo entre colchas de durar,
me divierto con bueyes, me mantengo
a base de durazno,
me levanto y me caigo,

me propongo asistir a reprimendas
ornamentales, obvias, me acuchillo
frente a tus muertos, me
afeito con unción.

Escuchás esa música negada,
batís el ángel y el demonio de
Pepita -que detona
de un saque tres cañones-,

te santiguás, estornudás, querés
melancia y no tenés, te desenfriolan
un cabrito pasado,
una morsa/salmón.

Tanto que hacemos, y
reímos y afrechamos.
Tuneados para dar
manitos de salud.

jueves, 15 de julio de 2010

It's Gonna Rain

Me rasco los melones,
me maquillo detrás;
el alma de tu guano
me dice que aguantás.

Me maquillo delante,
me anulo en el porqué;
el alma de tu pelvis
me pasa un tereré.

Una lija de marca
me besa la cintura
que adhiero a tu temor;

pintadita, refuljo,
y el alma de tu mente
asiente a lo peor.

martes, 13 de julio de 2010

Gatos

Chorea Telecom, lima caliente
y la patada de los mil prefacios.
Ánade neutro, plataforma o tuco,
tu ceño, tu ilusión.

Claro chorea aussi, llueven monedas
que el hambre financiaran. Nomeolvides
y pesadumbre, cojo la estatuilla
para después herir.

España se deshace de milongas,
cuello aguanoso, pésima potranca.
Ignorarás el ser
que nos fusila a tanto el pasacalle.

Ominoso venablo de intereses,
callada caminó. No es un puchero
lo que se siente, no,
sino timo vencido, paniaguado.

Osorno llama a guerra
contra todo desguace y sinsabor.
Tu tirria, tu canción, comprometidas
con ortos de estrabismo.

Brava mulata, comején ignaro.
Escucho Philip Glass,
cabestrillo de seda
ansiado por eunucos y esperpentos.

miércoles, 7 de julio de 2010

Sinapsis de la interrupción.

¿Araceli o Pampita?:
las lolas de tu madre,
la aridez de la almohada
y un pasito fox-trot.

Muñecas inflamables:
aburrís la centolla
del Príncipe de Persia,
gil de los tres meandros.

(El tres es lo que siempre:
escorbuto o pavesa,
Neptuno ganador.)

(Lo que siempre supuse:
la música me grita
que tu voz es cayado.)

lunes, 28 de junio de 2010

La mera neta

Ronquido fiduciario, calculás
como en la toma de los tres canijos;
hijo del vientre de la limadura,
tino comprás, y arroz.

Hinojos de despliegue, la balanza
que te sopesa, pesa de entredichos,
sinapismo de aldaba,
sabe que el fruto de tu cepo es Dios.

Insípido, voraz, vincapervinca,
tacita que se rompe,
te arrojás con bigornias y mancuernas
hasta acabar en llanto sumergido.

Y el calefón que otrora
te permitiera hacer de cinamomo
es lípido y derrame de sustancias
que a menos andan, y que se estremecen.

"No quiero hablar más. (Clic.)"

a Paula Pellegrini 

Este cabeza,
sumido en la amargura,
en el vacío.

-----

Un cuerpo o masa,
una mente o laguna:
no sé qué tengo.

-----

Cómo llamarme:
pasivo, elemental,
desahuciado.

-----

(Nena que escupe.
¿Y si yo fuera Yayo?
Saludaría.)

-----

Olvido torpe:
el cigarrillo trae
tu semejanza.

domingo, 13 de junio de 2010

Qué fuerte que está Marita

Arribismo ortopédico -Cinzano-,
la mente floja, sal de neceser,
ocasional y rótula, taperas
que el prelado palpó, bien caradura.

Prosopopeya de antes, el almíbar,
cierzo y final, torácico menjunje
y la oración -presea-, pule o raspa
para después cazar, y sinapismos.

Camina con melones,
con orejones, con
tazones, tipo resma.

Desmorona alcancías,
inquiere y, si se aburre,
responde, se las toma.

martes, 8 de junio de 2010

Qué lindo amanecer entre Mormones

Atisbo o neceser, galleta o luna,
manija de los pobres,
tenida del revés, puede la clave
conectar entimemas
como vocablos idos, las alondras,
el pupo y la razón,
silbos conclusos, centro distendido,
tullidos y contusos,
y el ánade del siempre, clavas hondo
un pucho en la pared,
caduco caduceo, los reproches
que te lanzara el Albo,
ríspida conclusión, no es conducente
el tono que el ingrato
Automedonte urdiera, corolarios
o Del Amigo, pides
como garrafas, peto impresionable
que remedar, adhiero
al voto del idiota, me entumecen
los Mandamientos, alzas
entre tus manos cieno, calaveras
que no te chiflan, sueño,
ungida la estación, los desajustes
sin estructura ni
pulsión regurgitable. Nunca dice
nada de sí. Pensiero
de gibias y refranes, caminó
callada, como muelle,
desatendida por sus tres funestos,
liza y chueco sifón,
insípida legumbre. Metacarpo
tus ojos de carnero,
ceja shampoo, colágeno redondo,
cuerpo sin miriñaque
que baraja los libros como armonios
del bueno del Señor
de los humildes. Concha de melón,
reiteras anatemas,
Arístides manduca el ladrillito
que te echará. Semáforo
de tu sentina.

domingo, 6 de junio de 2010

Tirrias de Topín

Erisipela: birra o sensación,
mente ajustada, viejo
desorbitado, manto que almacena
pasitos y relojes
que indican malestar, como una cofia
desgreñada, maltrecha,
irreversible, marchan, trecho momia,
por los acantilados
de rostros y escupidas, mescolanza
colma tu arroz, el hicso
de la desgracia avanza, se desnuda
a tientas. Cortesía,
modulaciones de Metheny brotan
para hacer de pasitos
y de relojes brisa, macadam
y harén o fuelle que
colijo, perpetúa el mobiliario
de los vecinos, La
Mona Giménez ritma su después
de la oración y nadie
devuelve los insultos. Estepario,
gimo conciso, ayunas
de puro vago, incordios espectrales
que el paso y el reloj
o malestar puntúan con diademas,
como lisos cardúmenes
cardíacos, Trencito de Caipira,
y diente que se fue,
y pastillas y espartos y miseria,
manduco dos Mormones,
silba otra bala o friso en que los choros
aleccionan al barrio,
el estipendio o ropa que se estancan
en tirrias de tu sístole,
ciego, mañoso, carantoña y gallo.
Nada tiene sentido,
entonces, si pasitos y relojes,
pesar y gallegadas,
acordonado sobre la alfombrita
del malestar, odiosa
certidumbre, marcás este vacuno
con gladiolos, con alzas
y con la gata, loca que dispone
con cuatro flores una
premonición. El hicso, preservado
por un preservativo,
goma y reglita, anota mandamientos:
¿tenés el alcanfor
a mano para aguar la desventura
de nadie por la calle,
de barcito careta, minerales
limones que jurás
haber visto en Alsacia? Cigarrillo
y síntoma o don nadie.

jueves, 27 de mayo de 2010

"Una pavesa pronto..."

Una pavesa pronto
se desvanece. Crujo en mi desdicha
sordamente, y contemplo,
día tras día, rostros que descarto
al volver a la casa.
Pared, ingratitud contra la vida:
mi mirada se estanca
en el dolor, impropio de lucir
en medio de la noche,
y las estrellas giran.

jueves, 13 de mayo de 2010

Imagen

Bocado. Y no pensar.
Y el mediodía joven
nada tiene que ver
conmigo. Y esa imagen,
anoche, que besaba,
árido acontecer
a la espera del sueño.

Foto que se transforma,
que sueña con la sierra
en la que comen carne
de mi pie, de mi piel.
Y hormigas. Y el cultrum.
Y una rubia de campo,
que le canta a los muertos.

Fantasmas. Esa imagen,
vista de afuera, roca
luciendo en la avaricia
de una mente que apura
sin más las esperanzas.
Loas a lo pasado:
nada queda de mí.

martes, 27 de abril de 2010

Puente Maldonado

Alfanje que, grosero, despuntara,
más allá de su vicio,
por entre lilas de temprana fuente,
ardor y madurez:
inclina como noria su estatura,
cigarras de la dicha.

Ínclito rictus el pespunte aunado,
regido para ser
incólume testículo que atara
la voz al estallido:
llora vestigios, clama por su nombre,
aterida mateada.

Arrepentido estorbo de las juncias,
ilícito, voraz,
tal la miseria de escapar a silbos
que dataran de siempre:
sopas a tu pelambre, estalactita,
y nada de eucaliptus.

(Las prímulas y el cuervo, entretenidos
con hálitos de moho,
fustigan al mancebo, que derrocha
nieves y pasarelas
de entre sus negros dedos, con apuro
de llegar a la noche.)

¿Compaginas adustos calendarios
para esperar el sueño,
pesada piedra, Sancho, en la azotea
y así admirar el vuelo
de las palomas que se esparcen pronto
al tiro del fusil?

Agua de pie, entimema, pie forzado:
capacidad de amar
caída como capa de vergüenza
que se ahoga en los blandos
salitrales del norte, seca niebla 
que llamamos olvido.

Y el rostro es clausurado, firme nudo
que da al rostro que sigue;
y tu mirada, ingrata, los recorre.
Volver a realidad
soñada cada día, y en el puente
inclinarme, llorar.

miércoles, 21 de abril de 2010

Boceto y disfunción

Un día perecer, otro medrar,
la mina te sonrió,
y cajas destempladas, y redomas
que te aíslan tensando.

Un día amanecer entre diademas,
otro no fornicar,
y calabazas, pepas, y vestigios
de que nadás sin ver.

Todo te lo perdonas: porque muerdes
manzanas o desmadres
cada quince segundos.

Todo te recrimina: porque el silbo
de tu venablo huero
ni camina ni calla.

domingo, 18 de abril de 2010

[s/t]

Concha mediante, culo que apacigua
broncos atardeceres
perdidos en tramar apariciones
mirando el techo; pieles
de foca con olíbano de ayer,
la taumaturgia es arco,
Kolinos y pesebres donde nadie
pernocta ya. Te llaman
viejos abecedarios desmedidos,
polímero propenso
a tocar la guitarra como Pat,
trompeta del disgusto
y colaciones hicsas. Improperios
las nervaduras laxas,
espalda bombardeada por esputos
de Job el vencedor
en la lid contra Herodes, tal resorte
que devolviera, oh papo,
una achicoria, dos inclinaciones,
un ida y vuelta al morbo
del pelotón, el hielo, las Abuelas,
todo lo que nos sabe,
coreuta y rehogada mayonesa,
Atahualpa el arriero
que te conduce a Roma, a Nueva York
a triunfar en recados
de la droga/arrecife, cruel estupro
que baila y se arrejunta
con Mamá Cora, platos que fregás
y peripecia. El ánade
volaba a dos centímetros, la pija
que entonces regardeó
esa fermosa forma, la sedienta
de tu querer, se irguió,
pidió las papas, trémula cadencia
que sueña arroz chorreando
merdosos estipendios, agoté
la mímica del queso,
río además al verme:
la desviación. Muchacho
y perentoriedad.

sábado, 17 de abril de 2010

Callada se retuerce

Aristimuño: bronca y las pelambres,
callada se retuerce
contra maromas de estructura laica,
minas que lo disgustan.

Arístides, el Flaco: ninguneos,
y oracionar enmiendas;
siendo callada, se retuerce como
monos, escapularios.

Popeye, Álvar-González, la de Kirchner:
halo de papo en pie,
erario en que, callada, se retuerce,
limadura de esponja.

Betu, Pausanias, John, Las Atrevidas:
callada caminó,
y se retuerce: paja/sinapismos
que, pútridos, confortan.

viernes, 16 de abril de 2010

Vaso/desastre

a Marcela Ortiz, por tomarse el palo 

Era la niña remoción de seda,
malhumoré su dandy
y su estornudo. Coca-Cola,
callada discernió
coloquialismos vacuos. Elefantes
contrateridos, signos
de su querer. Olías cinamomos
como quien va a la feria,
destacabas meandros de esforzar,
comías en verano.
Callada merodeó su tegumento,
Ustvolskaya machona,
estros de divertir. Cuando la siega,
colinas y aparatos,
digiera el sinapismo sin coyundas,
Marcia violenta, puede
que extraigas de la tómbola el mayor
de los números primos.

miércoles, 14 de abril de 2010

"Ruido de tripas producido por el movimiento de los gases en la cavidad intestinal"

Ínsita del vaivén llegó La Morsa,
y un alacrán pialó y, con el permiso
de tu mediante, frío que masculla,
se puso a remedar bravuconadas.

Hombre brebaje, tirio de los dos
-un ánima, ademán de los esquemas-,
era galán o fulcro, era visiones,
y el terraplén, occiso como el Diablo.

¿Querías medias? Marca el mameluco
-osito tu estación, tu borborigmo-,
acurrucado, fue a que lo frenaras.

¿Acaso ansiabas piel? Los entimemas,
meollo si melisma, cachiporra
que el ordenanza pronto agradeció.

sábado, 10 de abril de 2010

Allá cuando el tango era tango

Milsacos se apropingua
con su diadema al cuello,
ojal de tres botones
y daga en el talón.

Da un paso y, cortajeado
por la moda, rugiera:
"¡me cago en tu cintura,
negrita de salón!".

La interpelada llora,
vocean los tambores
y el guapo presentido 
por tu ceño es un don.

"¿Por qué tu verba adhiere
mierditas a mi estampa?
Más te valiera asirte
los huevos a un portón."

Milsacos ya no sufre
malevolencias tales:
da un cachetón/cianuro
a la nuera del son.

Cuando entonces Fresnillo,
amante de mellizas,
le muerde el occipucio,
lo encierra en un cantón.

Pobre Milsacos. Reo
de la moda, y herido,
nunca tuviste estrella.
Dale uso al cinturón.

viernes, 2 de abril de 2010

Ánade de la distancia

Chinos de mi lección, anoche barajamos
cuatro yuntas de queso, molar la madreselva;
y nos fuimos temiendo, escépticos y adustos,
como teme un mangrullo reconcomer la sal.

Chinos parapetados entre tizas y pienso,
lloramos escafandras y reímos la duda;
y nos fuimos tomando de la mano, y nos fuimos
a pergeñar cohechos como el fiel su loción.

Petates de sentido, brincábamos por ver
más lejos, y el ocioso de los viernes gemía;
y nos fuimos durmiendo, satisfechos y prácticos,
entre palmeras viejas que mordían la luz.

jueves, 1 de abril de 2010

Luigi Nono

Paleta calefón: enciende el morro,
huele nomenclaturas,
incide como fulcro del Thesaurus:
patitas para qué,
uñas y dedos idos, periscopio
o Pinamar de a dos,
cigarro que el corito te articula,
nacimiento del alma,
aguja la lenteja, vamos todos
a cantar la canción
del escorpión que pica cuando nada
sobre una puta, puta
atravesada por abecedarios
rurales, pantalón,
discriminar el torso del presente,
dádiva que almacena
tu retebién, amor. Azul la mancha
que quedó en el cigarro,
lirio junta ganado, lirio masca
yerbajos sin pudor,
me rasco el entimema de esperar
la cogienda sublime,
coritos como morsas que vislumbran
un futuro derrame.
Coritos, mascaradas, estaciones:
todo un teucro pretende
acompasar la marcha en pleno invierno,
me cruje el morbo, crujo,
un denso desafeita la masacre,
algo se aúlla, carpas
del numerario pialan y se oxidan,
canto llano y torturas,
y donar el talón, sin soldaduras
no puedes acatar
la Ley que es picha, que te coge abajo,
la Ley que es fiambre: Ley
de los pijamas/cedro, regurgito
y danzo, urgencia que
maniata al vencedor.

lunes, 29 de marzo de 2010

Surtido y ocasión

Pito tu salvia, líquido sudado
que era gragea de naranjas que,
al pie de tu mandíbula sensual,
pelabas. Libro, colofón de estancias,
preservativo -manga o animé-,
callada caminó. Sostiene el auto
la mesa en que tomábamos cerveza,
bajó el audaz, fulgió la detenida,
pena y nutriente su mirada. Sabe
distante al impostor, cruza los brazos,
olvida lo soñado. Rubia previa,
colecta toronjil adivinanza,
había un niño, curro elemental,
conversas y te ríes. Creo que
llegó un amigo, creo que chupamos,
y que la muerte o hábito o calada
se amedrentó. París, la sobremesa,
Silvestrov y gusanos, boba plebe,
hay algo que se va, sereno tilo
que florecés. Meaba, había bolsas
o de cemento o pasto, soberanas.

sábado, 27 de marzo de 2010

Se silenció el Basura

Pero el pesado, crispo de ternura,
enciende y desahoga
andares pulcros, toro el ademán,
y las alforjas, vientre
ternoazulado, placa que recuerda
la anónima razón,
no es la mañana virgen, ñata, no
acuses sino costras
de desentumecer, acosan, turbios,
a todos los diamantes,
a cada esparadrapo que, teñido,
limas ardió, vejamen
que ritma y descoloca, desenvuelto,
vinagre que escanciás,
pupo de seda, barro, el arañazo
del otro arroz, clinamen
cuyo prestigio, aldaba transitoria,
se interesó por versos,
se diametró en esfínter, se deshizo
de la columna tracia,
del ánimo galante, de la lluvia
ocasional y neutra
en que nos zambullimos en maromas
que no tenían ripio,
que no tenían muela, que tenían
tan sólo miniaturas,
campana reforzada que convoca
a la penetración,
al ritma no ideológico, homenajes
que adolecen de estilo,
los de la moto roja que entrelaza
cual barrilete a Mario
portador de papeles para el 'mortis',
con mantras del que cree,
la mara que compone sus cuevitas,
el índice de autores
de donde rescaté prosopopeyas,
alfanje resentido.

Ritmas de neceser, señalo lunas
a la papusa insigne,
impido el desenlace de los morros,
anoto confesiones
de una trigueña a flor de piel, escindo
nomenclaturas, tecnos
del álamo de Conti, la paqueta
velada en que te abduje,
el culo de informantes, y los viejos
aljibes nutria, los
costosos calendarios firmamento,
se cayó la parrilla,
se silenció el Basura, pespunteos
prístinos y relajados
de Pepe el Ingeniero, calentura
que palpo con pasión
distribuible a crotos, entimema
que me entretiene, Código
Da Vinci que sabés, me puede el morbo
de mirar las garrafas
estacionadas contra la ternura,
que ya dije, de mozas.

(Moza entonces, parrilla,
deseo contumaz,
papirotecnia/enganche
y un pibe de vereda
cuyo cristal chocó.)

sábado, 20 de marzo de 2010

Aún no

Nada decir. Sudar. La nochecita
respira, se exaspera.
La caótica música que escucho
no guarda relación
con la chicharra que me continúa
como un cable amarillo
que de pronto muriera. Casa/foco,
mi conciencia ha borrado 
toda palabra: quieta. (Sin embargo
aún quiero escribir,
aún hay algo hambriento que se opone
a que las cosas sean
apenas esta idiota certidumbre
que respira, que suda.)

lunes, 15 de marzo de 2010

Indefinido

Distiendes, desenchufas, pernoctás
y reverbero: escuchas
la música misógina que el chancro
no se permite pero
que apacienta lo mismo. Bando rojo,
palmetas del incesto,
una violencia, un bombo sin compás,
nido frecuente, un niño
que amordazara otarios y, medrosa
su flatulencia, adquiere,
y para siempre, el lívido milagro
de sofocar al Ángel.

Fumas y muerdes, rompes y lanzás,
adverbiamente: el listo
de toda su quietud, el pelonfái,
atado y madreselva
de escuchas que no aprenden la lección,
pétalo y sinapismos,
un bombo sin compás es una mueca
que amordaza a los contras
en toda su labor, llora indefenso
el niño, chanchas muelas
que lo aperciben, polo y parapeto
y sangre sancochada.

¿Te erigirás en pac-man de rejuntes,
pucho como canción?
¿Harás del hábito entimemas flojos,
rejilla comerás?
Un ánade se escurre como morsa:
tristeza. Suena oboe,
suena otro oboe, dos que se preparan
a fiestas inconclusas.

El lince devoró. Manija y piara.
Lazo de tu metal.
Miriñaque forzado. Magallanes
navega interminable.
(Sístole y mueca, diástole y perjurios,
callada caminó.)
La bala silba. Muerto, mira al ama
de llaves y de brevas.

sábado, 13 de marzo de 2010

Friso de Epec

Quirquincho que, carpiendo, resultara
lata de atún y morros
para tasar el ánimo. Pelones
que, lívidos, mentaron
a mercenarios lúgubres, moldura,
vario metal, arroz.

Mulita que, espantada, se masturba
entre piedras de amianto,
hipotenusa. Tensas maremotos
al degollar. Gorgona
que, insólita, compone y desconcierta
con braguitas al pie.

Charango, fulcro, tu folklor aunado
es óbice de incordios.
Tu soterrar arrestos y tendencias,
peladura y percal.

¿Habré de arar el Código Medrano,
que condesciende y ciñe
tus desvaríos? Puerta la pocilga,
lechuga de otro lar.

(Pero los pernos, muro que destiñe:
manitas de sentir.)

viernes, 12 de marzo de 2010

Qué choro Telecom

Pudor sanforizado y escabeche,
plaga de paramecios,
hilo de La Ventana y protocolo.

(Si lo repiten, cuenta, mandamases,
es por halo o disturbio,
es porque soy un caco sin toisón.)

Pudor abecedario y antesalas,
mitocondria vencida
que, pulenta, incursiona en calicanto.

(Porque mi fulcro, bendición de estopa,
es llano inconmovible
a pendencieros, liga del simún.)

jueves, 11 de marzo de 2010

Pelá tarjeta

Insípido, voraz, manifestado,
incontenible, chueco: el comején
se divirtió con togas y el andén
yacía torpemente contristado.

Y el occipucio, dedo sin curita
-tornasolada, cómica testuz-,
vio paramecios de antes, y la luz
defenestró descartes de estilita.

¿Un ánade latoso no sería
ciego y demente, un ánsar una loca,
el herbolario que tomaba coca

una pechuga? Siempre la crujía
inunda el calefón de los occisos,
y la maroma es alce de mestizos.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Lógica del insomne

Un poco rock 'n' roll para los guastes
y almidón desventrado:
cuchara que acompaña y no deslinda,
puja de miel y arroz.

Un poco la protesta de la próstata,
hilos inconducentes
que juntan regateo con demanda
y perdido percal.

Un poco la zalema sin relapsos
de quien cree por lustros
que los camiones pactan, que transportan 
sánguches sin añil.

Y un poco aun los piélagos deformes,
inconsútil herencia,
mellizas y desmanes que requieren
hábitos o testuz.

Cuando todo desfonda,
cuando el guaso persiste
en hablar de la paga,
y la luna te muerde;

cuando tres paniaguados
y un Zar que se la come
se visten de papusas
y bailan con las moras:

entonces, cebo y palo contra el toro,
contra la imprevisible repartija 
y contra el estipendio del cospel.

Añejarás hocicos y mañanas
en fondas y estiletes, y el injusto
percherón travestido será Dios.

martes, 9 de marzo de 2010

Chaco querido

Guiso chorizo, muda y mandamás:
mi cierzo se encabrita y se deshace
contra Madonna -de horadado pupo-,
y sibarita es chancro de tesoros.

Guiso molleja, pavas del esguince:
pasos como cartones, la terapia
se aventuró sin discos ni camisas,
y la enfermera aguza por demás.

Mollejas y chorizos: no le sube
al tanque la blancura -me enquilombo-,
ni dictamina azúcares cansados.

Chorizos y mollejas: esperpento
es tu calor, hocico que pifiadas
de colocón anhela, sin medida.

martes, 23 de febrero de 2010

Cosecha

Conversás con agujas, apurando 
a ya vencidos. Ronco
sos de ponerte cuando se te da
la verba ganadora.

Luego olvidás tus pases, caminás
como alejando. Porque
no tenés dones. Como un animal
admirás la ventaja.

lunes, 1 de febrero de 2010

Con otra cosa

Habría que intentar otro pesar,
otra alegría, un sitio
distinto para esta alma que se espeja,
sombra de gestos, nido
de nimiedades. Algo como el ojo
renunciando al sopor
que lo distancia de los vates, sino
volviendo a pernoctar
con las estrellas. Brisa que restalla
en la conciencia, gracias
que doy al mundo indiferente que,
sin embargo, me roza.
Ojo de letras, gestos que la muerte
me sabe sin pensarlo,
catafalco que, urdido, se establece
por años, esparciendo
lo mórbido hasta un punto en que me ciega;
ojo que no respira,
pronunciación de un álamo gregario
que a Caronte se dio
porque creció. Volverme, de algún modo,
hacia la mesa, o hacia
el paladar llagado, o hacia el muelle
del que nunca partí,
que no me espera, pero que es anuncio
de una viva emoción.
"Rosa posible, espera la esperanza,
atada a lo presente",
podría murmurar. Pero yo sé
que el sedimento sólo
con otra cosa se desprende que
con la paciencia. Nada
que ver con voluntad. Sólo un desvío
del átomo, un relámpago.

miércoles, 27 de enero de 2010

Naturaleza muerta

Me alejo del sudario, detenido 
y pertinaz. Desnudo,
miro a un espejo que a nada atiende
sino al sudor o llaga
que mucho se divide
y perla con sigilo al indefenso.
El humo que se acaba
de un cigarrillo, el humo
o la llanura, que se aferrará
a cinco amelos muertos.
Y vuelvo al catafalco del sudor,
a palpar moscas, a palpar cortinas:
la grave cáscara de un ido
que no se reconoce ya.

miércoles, 20 de enero de 2010

Mojón estacional

Idiota de idiolecto pespunteas,
ronca carcaza, de tu fuel y miel,
espuma avara, virulado esguince
y contorsiones. Silbos contenidos
y columpiados, llamas o que llamas
a la oración, amigo. Pataditas
y escaramuzas chuecas, arrechuchos
mozárabes, latinos, ancla y ánfora
de tus diptongos, muesca eslabonada,
presea de peditos contumaces,
morsa que se encadena a la vertiente
y galopar de estancos como flores.

Inclemencias, me dices, escenarios
en que fingir la mala, Melusina
que en olivo, que en chancro, que en comparsas,
la esclava infiel, la adora, laburantes,
luego callas. Armiño de estipendios,
la moza caminó. Ya la maroma,
la dentadura, el guaso y el listón
y hasta el toisón reclamas mansamente,
y ajustes a la fecha. Sólo el cielo
batalla, despereza dromedarios.

miércoles, 6 de enero de 2010

Chupete para melancias

Mercado tecno, misa funeral,
Arístides sin techo, la carcoma
es auxiliar o base derruida
como el alfanje. Soga que reúne
a juez y a misionero con hinojos
puestos de pie, te secan la azucena,
insípido desmadre, ruega el morbo
que no te afeiten la alhucema cruda,
inmunes como sierpes trashumantes,
nido y la mescolanza. Los columpios,
la otra razón, el alma de los hicsos,
el comején que alista, la tonsura,
todo tu glande: crenchas. Corrompías
con churros almacenes la ventosa
de los rundunes -morsa-: crispa ratas,
colapsa cuentas, lame nervaduras
de rehogar las uvas contra el túnel
de los desparecidos, honorarios
a consignar, el trueque es la ignorancia
que se desfoga, aullidos, crisantemos
y la llagada, ruta o tarteleta
como junturas, como maremotos 
en la ventisca/atún. Si te demoras,
es porque quieres pisco, tolerancia,
huesos como canillas.

sábado, 2 de enero de 2010

Mortal

Qué fácil detener,
cuerpo de ayer, tu cuerpo:
navega como nombre,
reflejos de obsidiana.

Menos fácil es dar
paladas de vencido:
estocada tu rostro,
búho de la penumbra.

Penumbra: mientras duermo
pendés, hoguera dulce,
liana del infortunio.

Infortunio capcioso:
regresás a diademas,
a la noche anterior.