Como al rescoldo

Podencos, comenzar a revertir,
lazo de ahumados, viña, pasacalles,
opípara cuestión contra tensores,
viva la vida, mueca del adiós.

Y refranero inútil, tanta saña,
masco tabaco, reventón/molinos,
la cena está servida, salitrosos,
botella y su dedal, dedal de achuras.

Porque la masa, prendas requeridas
al por mayor, tiñosos y rebenque,
e idolatría el morbo y el desgaste,
salita en pie contra corcel adusto.

En tanto masa, mesa para misa,
mozas son musas, y el atroz Varela,
teniente coronel, dictaminó
corset de mulos, Liga que lo garcha.

Como entonces manteles, oxitracios,
pepa postal, derroche su legumbre,
permanganato el odio contra el alce
y comején/haciendas tu meollo.

Lunala habló

Enquistas, hematoma, reverberos
y tornasol. La vida, colapsada,
fagocitó estrambotes del ordeñe.
La reciedumbre, en vilo. Las esporas,
colon y santo, abjuran. Dicho el morbo,
la lechuga falaz. Los oxitracios,
vieja sentada, caca y sinapismos,
recapacitan tedio, miasma/esputos.
La Virgen, machucada. Las arenas,
el refucilo, el chueco. Joyas pulcras
y el maderamen mienten como moscas
y se entrometen con los tres galanes.
Tara del mes. Los trenes arreciaban.
Mi tilde es santiamén. Rubia quejica
contra escalón concuerda, columpiamos
arcángeles por chauchas. Maritornes,
pedúnculo sin tetas, caminó,
bragueta en orden, arrechucho/espalda.
Leñe su ser. Escolopendra herida
su sinrazón. Taimada vigilaba,
cuño y andén por hábito inculcado.
De refrendar, gemían. Paramecios
revoloteaban. Oro contumaz,
y la sardina. Bueno como el Naides.

El vaso y los tomates

Tu neceser, desidia insobornable,
noches de disimulo, de gracejo,
lazo conforme de los tres ahorros,
meñique colapsable, escapularios
al por mayor, colono que desmiento
de un garrotazo, colmas de sentido
al temeroso, ayudas al vigía
con la canción que entona y entumece,
todo palurdo es mar de manierismos,
arte de más, obtáculo copado
que tiene su ranchito. Gordo moño
tu apartamento, yemas enchastradas
y calaveras/moco, las paredes
son de escanciar, el Albo se sofrena,
la soledad, conseja y oraciones,
un año es un arroz es un escuerzo
liso como junturas, arden fetas
y los arreos, torvo, combustible
el colador de esporas. Cuando cavo,
cavan conmigo mañas, palafitos,
rebaños, oropéndolas, vajilla,
mirar hundido es pera con sus senos
así, pasa el difunto de los partos,
ración barata, antena, guerra/mirtos,
aducen los conductos, insufrible
el animal. De veras: cuando quiere,
tronchados, estraperlas, bakelita.

El alicate

Caparazón, cortada, escaparate:
colchones que sentís,
baba del Diablo, ordeñes, mansa lluvia
encasquetada sin
sedazo lerdo. Cuelgas de las gambas,
incómodo violín,
dócil adjunto, remoción sincera,
habitación vacía.

El comején, la nena, el diccionario
y los alisios: parte
sin más el rojo muelle o laberinto,
leño, chauchas y dicha,
y cantan reggaetón, tonta bandera,
mancuernas/pentotal:
descansado reflejo el referido
y marcas de sentir.

Entonces, Aparicios de la duda,
vaivén y parapente,
lazos de hiel, gordáceas, y el cohecho
que dicta tips, que merma:
bailo sentado, bailo como vaca
contra el rebenque, bailo
todo distancia como dos matones,
y me indispongo, y vá.

Energéticas del odio

Morite. Sincopado,
no por deseo, combos
pupitres que reclamen
la inanidad. Envidia
como los pasacalles
de un soroche/revancha
que despinte tu merma.

Morite. Desentonen
los lívidos trasuntos
del vocabuleadito
en escabeche. Tensas,
la lisuras del aire,
los óxidos del tubo,
la pasamanería:
cochambre y requintado.

Morite. Y que la yema
del alguacil te obtuse,
brisita como chancro,
cuencas y frente adusta.

Cerca de Charly

Cuarteto amor prohibido la vecina
danza su conga injurias
chilladas por chinitas admirable
el que la tiene clara

Cuarteto calefón ritma la bacha
canciones de fregar
día tras día la paciencia gajos
pelota disecada

Desodorante amigo mandamás
el pijotero injurias
la vida que rechaza el palimpsesto
con otro de su adiós

Desodorante negro la vagina
único temporal
la que suda diamantes carne sopa
refregarse los dientes

(Ríspida realidad acondiciono
la cagadera injurias
que laten con la muerte aleccionados
que mugen desespero

Ríspida colección el aforismo
nada que ver con crenchas
me indispongo mujer a la distancia
llaves gata colchón)

Espera común

La diatriba o serpiente, dado de caras raras,
y las altas esteras del metejón o sal,
grito errante, embadurnan al curioso de monjas,
garita como estantes que almibaran y estrujan.

Mitones cancelados y menudeos crueles
se entreveran con palmas que a quién pican, qué más.
Los años de sequía, dintel de la campana,
y el segundo tomado, pezuña, y expelido.

Duplicados, entonces, en una piel precisa,
nuestras huestes hambrientas se dan a requintar,
y Homeros desdichados, pose total cigüeña,
interpelan un timo atravesando esporas.

Duplicados, insisto como una vieja lanza,
comején de la duda, coquitos, calefón:
tiene más de pastillas, menos de piernas tiesas,
y espera como un nene que hiciera de Brad Pitt.