jueves, 31 de marzo de 2011

Oscurantista

Demoníaca sombra, cada tanto
-cuando contemplo nada
al ritmo del reloj  y, pesaroso,
pretendo descansar-
llega el protervo de la llama cruel:
fantasma y enemigo,
nunca consigo distraerme ni
hallar mejores armas,
otros herrajes con que defenderme
-¡cocción a fuego lento!-
de sus ataques. Ducho Maquiavelo
de lo pasado, crujo
en un cadalso, en un infierno que
late y se asienta en nada,
en nada más que en mi adorar imágenes
que, así, me sodomizan.

viernes, 25 de marzo de 2011

Sueño y poema

La noche me devuelve una respuesta
que no deseo. Dientes
que tornar a la vida, sinsabor
de tu mirada avara,
y un arma o libro para regresar
que guardo bajo la
remera. Es infernal pero seguís
ejerciendo de Musa,
aunque tus formas lanzan, como dados
cambiantes, evidencias
cada vez más extrañas, cada vez
más dolorosas. Me hundo
en ese insomne laberinto o sueño
en que te presentás
de malhumor, echando, y yo también
quiero alejarme, me
despido y viajo, en colectivo, armado,
munido de palabras
que convierto en poemas a la vuelta
de ese mundo sin fe.

martes, 8 de marzo de 2011

Éste soñó de nuevo

Este que ves, pelele del emblema
pertinaz y caliente
de su deseo, llama inconducente
y origen del poema;

este que escribe, vacuo, rebotado
por las minitas mil,
inane, pesaroso, fofo abril
de rostro cortajeado:

éste soñó de nuevo
caricias y canciones,
caderas y pezones,

ardido por un cebo
que mintió sin medir.
Y tener que fingir.