Arístides prosapia de galanes,
rito sin don: te inclinas
sumiso ante el regazo de la monja,
ante su diapasón.
Arístides consuelo de palancas,
dolido mingitorio:
tus palmas de palmípedo retuercen
ese alambre cruzado.
¿Rígido parapeto,
enarbolada moza a que sometes
en tálamo sagaz,
que más se esponja cuando menos funge?
Arístides y el guaso con alverjas,
con tanjarinas, con
ese mechón rebelde: el pensamiento,
asombro compartido.
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