Ya van a ser las cinco, amor. Vos descansás
allá en tu pieza, niña que duerme en la penumbra...
¿Escribo o miento? Soy un tibio que no alumbra
ni siquiera los bordes de su texto. Veraz,
sumario. (Más bien terco, prolijo, innecesario.)
Bobo post, escarceo que una anciana demente
y gangosa genera, desorbitadamente:
lo apartarás sonriendo, sin dejar comentario.
Pero nada te pido: sólo quería hablarte,
sólo quería ver, una vez más, sediento,
tus ojos, esa luna a la que, doble, asiento
las veces que, gustosa, entrecerrás con arte
los párpados. (En fin: ahora que el poema
miente un poquito menos se me acaba el esquema.)
Un nuevo poema para empezar el domingo. Vaya el comentario.
ResponderBorrarSe agradece, Mikhail.
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