de ella, de mí, de nadie?
Ni siquiera de vos
sabés mucho, por más
que mires desde adentro
de tu opaca sentina.
No te ensañes, entonces,
con mi torpeza, con
mi frenesí. Si la amo,
no lo hago practicando
algún saber. Si rujo,
si la acaricio, lo hago
bastante a ciegas, y
desde el brusco deseo,
que otras veces es dulce.
- . - . -
este poema puede ser escuchado cliqueando aquí
Hola Pablo,pasé por tu casa, me gustó todo!! esas pausas sostienen la imagen. El tono es exacto.
ResponderBorrarTe mando un abrazo
La Lety
¡Hola, Lety! Buenísimo que visites: pasá de nuevo cuando quieras. :-) Ahora implementé eso de grabarlos. Nada más queda que se me ocurran otros, más... Beso.
ResponderBorrarQué hermoso poema! Qué enamorado! abrazo.
ResponderBorrarEstoy chocho, Mariela: la Ceci es un minón patrio, realmente... (Otra respuestá tardíaca.) ¡Gracias por pasar! :-)
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