Insípido, voraz, manifestado,
incontenible, chueco: el comején
se divirtió con togas y el andén
yacía torpemente contristado.
Y el occipucio, dedo sin curita
-tornasolada, cómica testuz-,
vio paramecios de antes, y la luz
defenestró descartes de estilita.
¿Un ánade latoso no sería
ciego y demente, un ánsar una loca,
el herbolario que tomaba coca
una pechuga? Siempre la crujía
inunda el calefón de los occisos,
y la maroma es alce de mestizos.
y ahi van nuestros poetas en un revuelto de palabras .... aunque algunas no las entiendo al pronunciarlas bellas rimas escapan .....
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