Qué fácil detener,
cuerpo de ayer, tu cuerpo:
navega como nombre,
reflejos de obsidiana.
Menos fácil es dar
paladas de vencido:
estocada tu rostro,
búho de la penumbra.
Penumbra: mientras duermo
pendés, hoguera dulce,
liana del infortunio.
Infortunio capcioso:
regresás a diademas,
a la noche anterior.
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