miércoles, 11 de agosto de 2010

La chiva patagónica

Olvidas los antojos
de un águila de lata
y te das a despojos
en que el cero es la trata.

Mishiadura de pelos,
tu turbina aparece;
entonces son los celos
y entonces es el trece.

Entonces es el trece y el sedazo
de holgar en tu regazo.

Por despojos, afiches,
por cero, cornamentas:
en tu mafia, derviches
gimen para que mientas.

Los celos se entrecruzan
con trece enamorados;
tus dedos desmenuzan
fusiles colorados.

Fusiles colorados que a la seda
visten de mona meda.

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