domingo, 22 de julio de 2012

Umbral o rejas

Lejos todo lo miserable: el gran Roedor, 
el poder que desgasta la materia del mundo, 
lejos lo que quita el sueño, la peste de lo que es. 
"Los gatos de la Acrópolis" (Horacio Castillo) 
Ahora somos dos. No, somos cuatro.
Y la casa respira
con un poco de miedo. Nos entraron,
ayer, cuando no estábamos,
nos despojaron de Magnolia y otros
enseres. Pocas cosas.
Y desperté, y miré a mi amor, y vi
una tosca palabra
hecha sustancia en su carita: vi
que la Inseguridad
la había desvelado. Ahora somos
cuatro, con las mascotas.
Al barrio pobre, ahora, apartaré
con discreción: umbral
que velará por que las ratas queden
del otro lado; lejos.

martes, 17 de julio de 2012

nº 0004

ahora sí estoy muerto. la mañana
llora por humedad. canciones nuevas
puede rascar mi dura calabaza
de resentido. porque el corazón
partió, y es un muñón de cinco goznes,
y yo la farsa de los idos, y
el viejo parque en el que un lince se hunde
un médano salaz.


miércoles, 4 de julio de 2012

nº 0003

un guaso me chorea. me conoce
pero --¿será la gorra?--
no ve quién soy, y: "contra el suelo":
frenético. modero
el tono de mi voz por que no crispe
la suya, decibeles
o cuerpo/adrenalina que me cacha
ya mismo, preguntando
muy insistentemente, sudor, roce,
si yo soy cana. aparta
la coca, el parisiennes. no se queda
--¡suerte la mía!-- con
mi par de llaves (la Mejoradora
descansa sola allá).
apenas si me quita --nerviosazo,
perdido por perdido,
en todo caso loco-- la apacible
billetera, cartucho
de los imanes de hambre. ¿alcantarilla
pa'l necio documento,
pa'l sobado carnet de sacar libros,
pa' las tarjetas, -- ¡ay!:
pa' pliegues de Minguito? ¿denunciar,
mañana, el "arrebato"
de eso que es nada? velo por la que,
horrorizada por
ese quieto turbión en que la Luna
le señaló al chorito
que me quitara esa platita vaga,
esos nimios papeles
(no...: temerosa --¡corazón!-- de que algo
horrendo, irremediable
me suceda), intenta descansar, almita
que calló compungida
cuando escuchó la anécdota.