domingo, 22 de mayo de 2011

"Al modo en que Giannuzzi paladeaba..."

Al modo en que Giannuzzi paladeaba
cierta palabra porque no sabía
qué quería decir, y no apelaba
adrede al diccionario, yo decía
cada tanto tu nombre, y me enteraba
con conmoción y espanto que no había
nada de vos ahí, que no moraba
tu ser en esas letras. Me aturdía
esa falta de vos, en vano andaba
con las palabras, de tu nombre hacía
un amuleto muerto, y más penaba
cuanto menos de vuelta te tenía.

Hoy me quedo callado, y no contemplo
sino las fotos: otro inútil templo.

viernes, 13 de mayo de 2011

De oscura lucidez

Sé que chocó nuestra mirada como
dos astros apagados que se encuentran
una vez más, fatales en su marcha
de siglos gravitando como espectros
uno del otro, marca
antigua, necesaria. Resistí
lo más que pude tu pasar reacio,
el severo semblante, la constancia
paradojal y firme de tu luna,
de oscura lucidez; luego cedí,
alcé mi mano para saludarte
mientras bajaba el rostro, comprendiendo  
que el inusual encuentro, la entrevista
habían terminado. Como dos
astros errantes cuya más lejana
noticia es ese mito de los dos
gemelos que se amaron y que el sino
separó para siempre, justiciero. 

jueves, 5 de mayo de 2011

Cada uno por su lado

Hoy también callaremos, como calla el osario
de lo que no nació, torpes y recurrentes,
y beberemos mucho, y reiremos más,
con la jeta torcida, desalmados sin gracia.

Y el fecundo presente proveerá de excusas
para las horas de ángel, aljibe que se ahoga,
y nos criticaremos sin piedad, minuciosos,
distantes, enervados, eje que se deshace.

Somos tan predecibles... La mañana se acerca
y vos despertarás y leerás, calculo,
estos versos que buscan matices que te traigan.

Fuimos tan imprudentes... Me acostaré queriendo
-sin mucha fe, confieso- que suene el celular,
que me digas que no, nada que ver, yo nunca...

lunes, 2 de mayo de 2011

El puente

Una vez más callar.
Una vez más la ruta
de vegetar en versos.

Y cuerpos en la noche
se entreveran y gimen
como lentas bengalas.

Y mi sombra en el muro
regurgita un deseo
que nadie colmará.

Guijarros en los pies
y muertos en las manos
que elevan este puente.

Puente de reluctancias:
desfondada la base,
el paso clausurado.