jueves, 25 de agosto de 2011

La Causa

Pasan Testigos. Hablan
esperando mi no
--su puerta al Paraíso--.
No lo otorgo. Me dejan
un folleto soñado
--respuestas para todo--
y prometen volver.
Dos viejas con un poco
de carmín en los labios
y falda obligatoria.
Dos viejas que no hacían
ya nada con sus vidas
--a lo sumo barrían
siempre a la misma hora
la veredita humilde--;
y la hiel de una culpa
un día fue almuecín:
había que salir
de la pasividad;
y los males del mundo
y la Promesa son
su tecito de yuyos,
la Causa que les cuadra.

martes, 16 de agosto de 2011

La aguerrida

Sardónico, violento,
intempestivo, agreste,
patotero, incivil:
un gallo me calzaron
por campechano. Imbécil
mi querer comprender
qué pasó. El capital
simbólico se gana,
actualmente, apedreando
trenes que no eran tales.
Quién desprecia mejor:
no conversar, hundir
mediante irreversibles
sarcasmos: performance,
es decir, poesía.

lunes, 8 de agosto de 2011

Aire del alejado

Quizá no hay nada que decir. Quizá
la sombra de recelo
en que me tengo está
latiendo de otro modo. El estupor
que sofreno y acallo
con oraciones habla,
quizá, de que he partido, y que demoro
la mirada en espectros
que ya no me sosiegan,
pasado en que no puedo ya guardarme,
mano de que me suelto.

jueves, 4 de agosto de 2011

Todavía no

Asamos dos castañas
al rescoldo del tiempo:
tus ojos y tus labios
hablaban de saber.

De saber que me habías
cautivado, y callabas,
dulce como la costa
cuando cae la lluvia.

No hubo truenos, ni flecha:
comencé a desprenderme
de capas y más capas
de sentido inconcluso.

(Sentido o duración
que ya casi ni sueña;
esquina de medir
cuerpos que resplandecen.)